Historia Segundo año - E.E.S N°12 Escuela Normal "Rafael Obligado"

De la exploración a la conquista


Motivados or la búsqueda de riquezas y promoción social, miles de conquistadores se lanzaron hacia América para fundar un nuevo mundo, la conquista empezó en las antillas y luego se extendió hasta el continente.

La fase antillana de la conquista

Una vez confirmada la idea de que Colón había llegado a un nuevo continente, se inició la conquista y colonización de América. A diferencia de la experiencia portuguesa en África, los españoles decidieron hacer algo más que instalar enclaves comerciales: emprendieron la misión de crear un mundo nuevo. Para eso, además de guerreros y comerciantes, emigraron desde la península ibérica agricultores, artesanos y sacerdotes.

Como la Corona española no podía por sí misma afrontar los costos de semejante empresa, estableció un sistema de capitulaciones, es decir, contratos que otorgaban a los conquistadores, llamados adelantados, el permiso para conquistar y poblar determinados territorios a cambio de un título vitalicio de gobernadores y ciertos privilegios económicos. Igualmente, la propiedad de todos los territorios y sus riquezas se mantenía para la Corona.

A medida que conquistaban nuevos territorios, los españoles fundaron ciudades. La primera fue Santo Domingo, en la isla La Española. En 1502, el gobernador Nicolás de Ovando repartió tierras entre los colonos y a cada uno le asignó una cantidad indígenas que quedaban obligados a trabajar para él. A cambio, el colono se hacía responsable de protegerlos e instruirlos en la fe cristiana. Así, se instituyó el sistema de "encomiendas", que trajo como consecuencia la explotación de los indígenas.

La fase antillana de la conquista ha sido muchas veces descripta como un "saqueo". A la fundación de Santo Domingo siguieron la colonización de Puerto Rico (1508), Jamaica (1509) y Cuba (1511). A medida que avanzaba el dominio español, la población indígena descendía dramáticamente, víctima de las guerras de conquista, enfermedades y la explotación laboral.

El estatus de la población indígena

Desde un comienzo, los reyes de España dieron órdenes de tratar a los indígenas como súbditos a quienes había que instruir en la fe cristiana. Sin Embargo, los conquistadores encontraron resquicios legales y argumentos morales para obligar a loa indígenas a realizar trabajos forzados. Uno de estos fue el requerimiento, según el cual se invitaba a los indígenas a someterse al emperador y a la Iglesia, bajo amenaza de la guerra justa a quienes se opusieran. Muchas veces, este documento legal era leído en español, lenguaje que evidentemente los indígenas no comprendían. Se trataba apenas de un mero formalismo antes de avanzar con los ejércitos y arrasar con todo lo que encontraban a su paso.

La consolidación de la conquista

Desde Las Antillas, se abrieron dos arcos de conquista. Uno salió desde Cuba al mando de Hernán Cortés y recorrió México entre 1519 y 1522, y acabó con el Imperio azteca. Desde la meseta central de México, los conquistadores continuaron su ruta hacia el norte, cuyo límite era el sudeste de Norteamérica, y hacia el sur, donde después de veinte años lograron consolidar su dominio sobre las ciudades mayas.

Francisco Pizarro abrió el otro arco de conquista: partió desde Panamá y, a través de la ruta del Pacífico, navegó hacia el sur con el objetivo de llegar al corazón del Imperio inca. Los españoles habían tenido noticias en sus exploraciones sobre la existencia de esta región. Una vez dominada la región del actual Perú (1531-1533), una expedición se dirigió al norte, hacia Quito (1534) y Bogotá (1536), y otra, hacia el sur, adentrándose en Chile, donde Pedro de Valdivia fundó Santiago en 1542. La conquista de Chile se vio dificultada por la tenaz resistencia de los araucanos.

La exploración de la región del Río de la Plata se hizo desde el Atlántico, a partir de 1536, y logró avanzar hasta Paraguay, donde fue fundada Asunción, en 1537.

Las motivaciones de los conquistadores

Los hombres que conquistaron América buscaban la promoción que no lograban en el Viejo Continente. Entre los miles de conquistadores, hubo algunos segundones de las clases nobles que eran excluidos de sus herencias familiares por la ley de mayorazgo. Sin embargo, en su mayoría eran "hombres del pueblo" que aspiraban a convertirse en terratenientes y ganar prestigio. También los impulsaba el espíritu de aventura y el deseo de cambio, sentimientos propios de la época que se iniciaba en Europa, que salía de la Edad Media y entraba a la Modernidad.

Otra motivación importante fue la propagación de la fe cristiana. Además de guerreros, la conquista fue realizada por misioneros que emigraron a América con el fin de evangelizar a los indígenas. Hacia mediados del siglo XVI, había unos 800 curas en México y otros 350 en Perú. Algunos eligieron como estrategia acercarse a la cultura de los indígenas, aprender su lengua y sus costumbres, y tender puentes para atraerlos a las creencias cristianas. Otros, en cambio, eligieron métodos más radicales: desterraron de la manera más rápida todas las creencias y hábitos previos para reemplazarlos por la nueva fe.

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