Historia Segundo año - E.E.S N°12 Escuela Normal "Rafael Obligado"

Las consecuencias de la Expansión Ultramarina


La expansión Ultramarina Europea dio como resultado un nuevo mapa del mundo y planteó a las naciones que habían participado de esa aventura una pregunta: ¿A quiénes pertenecían las nuevas tierras?

La rivalidad entre España y portugal

A fines del siglo XV, como resultado de sus viajes, españoles y portugueses llegaron a repartirse un gran territorio. Para evitar conflictos, ambos reinos firmaron un tratado que establecía lo que correspondía a cada uno.

El acuerdo alcanzado en 1494 a través del Tratado de Tordesillas otorgaba a España todo el espacio situado a 370 leguas (unos 1.600 km) al oeste de las islas Azores y dejaba a Portugal el espacio que se encontraba al este de esa línea. Al trismo tiempo, concedía a esos países una soberanía plena sobre esos dominios, junto con el contra de sus pobladores y recursos. Para los monarcas españoles, el acuerdo, que fue bendecido por el papa Alejandro VI, significó la justificación legal para la conquista de América.

Los resultados del Tratado de Tordesillas, en principio, parecían beneficiar a los portugueses. Las riquezas que llegaban a Portugal eran muy superiores a las de los españoles. Sin embargo, los viajes de Colón abrieron el camino a otras expediciones que sí fueron muy exitosas. Los metales preciosos y la fuerza de trabajo qa aportaron los indígenas americanos serían la base de la economía europea a partir del siglo xvi.

Las consecuencias económicas

La expansión europea proporcionó a Europa nuevos productos como el maíz, la papa, el tabaco y el cacao, que se incorporaron rápidamente al consumo cotidiano de sus habitantes.

El oro, la plata y las piedras preciosas de América brindaron nuevos capitales a la pujante burguesía bancaria y mercantil en plena expansión. El comercio se enriqueció en cantidad y variedad de productos que circularon por primera vez a escala mundial. El comercio a través del Atlántico adquirió una importancia decisiva.

Los Estados que participaron en la expansión aumentaron sus dominios y también creció la rivalidad entre ellos. Las ciudades y los puertos a través de los cuales circulaba el nuevo comercio se convirtieron en poderosos centros urbanos donde se desarrolló una burguesía mercantil y financiera cada vez más rica.

Otros viajes de exploración

Entre 1501 y 1502, el navegante y cartógrafo florentino Américo Vespucio recorrió las costas de América del Sur. Fue él quien llegó a la conclusión de que las tierras a las que había llegado Colón no eran las Indias, sino parte de un nuevo continente. En honor a su trabajo, el nuevo continente recibió el nombre de América.

En 1513, el navegante español Vasco Núñez de Balboa realizó una expedición por el actual istmo de Panamá y llegó al océano Pacífico, al que denominó Mar del Sur. Luego de este descubrimiento, la Corona española comenzó a enviar expediciones en busca de un paso que conectara el océano Atlántico con el Pacífico y que les permitiera continuar viaje hasta Oriente.

Tras el fracaso de la expedición comandada por Juan Díaz de Solís (1516) , el navegante portugués Hernando de Magallanes fue enviado por la Corona española a encontrar el paso interoceánico. Después de bordear la Patagonia, la expedición llegó al estrecho que comunica los dos océanos, y que hoy llamamos estrecho de Magallanes. El almirante murió durante el viaje y su segundo, Sebastián Elcano, tomó el mando y llegó hasta la isla de las Especias. Después de casi tres años, regresó a España. A partir de este viaje, España logró llegar a estas islas. La idea de que la Tierra era redonda quedó efectivamente demostrada y la teoría de Colón, que indicaba que se podía llegar a las Indias navegando hacia Occidente, era correcta.


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